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La sinodalidad en la formación de catequistas

Si el camino de la sinodalidad al que nos invita el papa Francisco tiene que andarse, explorarse y confirmarse con afán, son los catequistas y los evangelizadores los primeros sujetos que deben hacerlo; de esta manera se convertirán en “agentes de la sinodalidad” y estarán en la primera línea de los procesos de acompañamiento pastoral. Esta obra busca ser una ruta formativa para ellos, para estar a la altura de la impostergable renovación y la sinodalidad, contagiando un ministerio que logre agentes de pastoral más alegres, “hombres y mujeres de profunda fe y madurez humana, que participen activamente en la vida de la comunidad cristiana, que puedan ser acogedores, generosos y vivan en comunión fraterna” (AM 8).

Incluye propuestas y sugerencias para trabajar personalmente y en comunidad.

Formato: 22 x 15 cm.

Páginas: 136

 

Sobre el autor:

El presbítero Javier Eduardo Acosta Águila es sacerdote diocesano de Guadalajara, México. Licenciado en Teología Pastoral con especialidad en catequesis y pastoral juvenil y Licenciado en Teología Espiritual con especialización en formación de formadores; ambos grados, otorgados por la Universidad Pontificia Salesiana (Roma, Italia). Actualmente es Subdirector y Profesor ordinario en el Instituto Superior de Catequética (Arquidiócesis de Guadalajara-Conferencia del Episcopado Argentino) y Profesor invitado en el Instituto Nacional de Pastoral de la Conferencia Episcopal Venezolana y en la Universidad Católica Andrés Bello de  Venezuela.

Miren al mundo con ojos abiertos (Pbro. Javier Eduardo Acosta Águila)

$10.700
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La sinodalidad en la formación de catequistas

Si el camino de la sinodalidad al que nos invita el papa Francisco tiene que andarse, explorarse y confirmarse con afán, son los catequistas y los evangelizadores los primeros sujetos que deben hacerlo; de esta manera se convertirán en “agentes de la sinodalidad” y estarán en la primera línea de los procesos de acompañamiento pastoral. Esta obra busca ser una ruta formativa para ellos, para estar a la altura de la impostergable renovación y la sinodalidad, contagiando un ministerio que logre agentes de pastoral más alegres, “hombres y mujeres de profunda fe y madurez humana, que participen activamente en la vida de la comunidad cristiana, que puedan ser acogedores, generosos y vivan en comunión fraterna” (AM 8).

Incluye propuestas y sugerencias para trabajar personalmente y en comunidad.

Formato: 22 x 15 cm.

Páginas: 136

 

Sobre el autor:

El presbítero Javier Eduardo Acosta Águila es sacerdote diocesano de Guadalajara, México. Licenciado en Teología Pastoral con especialidad en catequesis y pastoral juvenil y Licenciado en Teología Espiritual con especialización en formación de formadores; ambos grados, otorgados por la Universidad Pontificia Salesiana (Roma, Italia). Actualmente es Subdirector y Profesor ordinario en el Instituto Superior de Catequética (Arquidiócesis de Guadalajara-Conferencia del Episcopado Argentino) y Profesor invitado en el Instituto Nacional de Pastoral de la Conferencia Episcopal Venezolana y en la Universidad Católica Andrés Bello de  Venezuela.